lunes, 18 de enero de 2010

Los que siguen, siempre

Es un invierno más noble que otros inviernos. Las temperaturas sobre cero grados han limpiado la ciudad de los guantes que se caen sobre la nieve que se cae sobre nosotros. Los que siguen, siempre, por todos los vagones del metro, los cruceros y los tranvías, son las personas que hablan consigo mismas. Por lo menos siete de cada diez veces que salgo me encuentro a alguien enfrascado en inacabables discusiones con interlocutores imaginarios. Hace un par de días en St. George station había un hombre que incluso hacía dos voces diferentes que se intercalaban en la conversación. Aunque casi nunca los miro, la mayoría de las veces trato de escucharlos. Repiten nombres, repiten situaciones, repiten, repiten. Es como si estuvieran atrapados en una fotografía que nadie más puede ver. Están preocupados, enojados y tristes. Andan por la ciudad como pagándole una condena a la desolación. No lo sé, quizá simplemente decidieron no luchar contra el abandono y han decidido cargar a cuestas con los fantasmas de quienes les rompieron el corazón.

9 comentarios:

SonrisaMiel (: dijo...

Como diría mi maestra de Historia, la historia se repite (:

Por lo que leo el frío por haya es más considerado para los que ya estan acostumbrados. Por que acá el frío esta... Casi insoportable. Habrá que acostumbrarse.

Un saludo Copo!
Besos y abrazos.

Edu dijo...

Quien sabe... un corazón enbarrado de ayer, atascado de recuerdo. La nieve tiende a tapar con belleza la fealdad que hace el ser humano.
Un Beso

Mariposa Tecknicolor dijo...

Yo quisiera ser de esos que hablan consigo mismos, sin importarles si alguien los observa. De hecho, siento que a veces lo soy, y tampoco me importa que me vean hablando sola.

Lo que me da cosa, y me resisto a creer, es que hable sola porque precisamente esté sola. Mejor pienso que hablo sola porque tengo mucho que decir, aún cuando nadie me escuche.

La situación de mi soledad, es punto y aparte.

Ya estaría muy canijo, si encima tengo que cargar a cuestas mi soledad, hablándole a mi conciencia.

No dejes de escribir.

Me gusta que también retrates los lugares de tu Ciudad. Me gusta mucho.

Un cariño,
La Mariposa.

Lilith dijo...

Supongo que uno nunca esta solo cuando se tiene a uno mismo... por muy loco que parezca. Me uno a la petición de Mariposa: Sigue escribiendo!! nos gusta.
Un beso.

Bismark Estrada dijo...

Tu relato sabe crear esa atmosfera, pero sobre todo hace sentir ese frio intimo, nos envuelve en ese halo fantasmal donde tenemos un interlocutor invisible.

Abrazos.

Mariposa Tecknicolor dijo...

Amo la foto de tu perfil. Estás guapísima, Madame Copo de Nieve.

Un beso.
Mariposa Tecknicolor.

SonrisaMiel (: dijo...

Ya nos estaremos arreglando para el lunes. Curiosamente acabo de comer unas enchiladas, no de mole, sino verdes. Por si ahora tu gustas (:

Un saludo Copo, gracias por estar al pendiente de mis textos, sabes que estoy al tanto de los tuyos por igual. Un beso y abrazo caluroso.

Que estes de lo mejor!

Xavier dijo...

En invierno el frio es crudo, todo lo hace crudo, y a la mayoria nos gustan las cosas bien cocidas. Nunca habia pensado sobre los efectos esquizoides del frio. Dejare de visitar a mi analista y empezare a leerte mas, a ver si por fin me comprendo. Un abrazo!

dispersa dijo...

me da un poco de miedo mirar a esos seres,q andan con sus palabras sin destino,será porq en algún momento,todos,tenemos un rato de esos,claro ...nosotros pudimos quedarnos en silencio,y este,seguramente duele mas escucharlo cuando es de alguién solitario.
yo estoy a salvo ..estaría hablando sola,si en está mañana lluviosa y gris VOS no estarías.

un beso