lunes, 8 de marzo de 2010

El soundtrack del martes

Where is my mind?

Mi propuesta de tesis está en calidad de primer borrador. La versión definitiva se encuentra atrapada entre los libros y mi creatividad. Un limbo extraño que ya me tiene catalogada como visitante frecuente. Este mes terminan las clases, mis estudiantes me ponen de buenas. Evaluarlos me pone de malas.
Here comes the sun

La temperatura va subiendo muy poquito a poco y el sol brilla con una energía que le envidio. Cuando cinco grados sobre cero hacen mi día casi perfecto, me doy cuenta de la eternidad de invierno en que he estado enredada.

Yo te quiero con alevosía…

El argentino volvió por cuatro horas. No dio explicaciones, pero tampoco las pide. Me gusta pensar que nuestra dinámica es la casualidad. Para compensar, en un lado de la balanza tengo sus ojos azules y en el otro, un par diferente, pero del mismo color, de una mirada inalcanzable. De repente me encontré entre un amor platónico y un amante casual. No me puedo quejar. Los dos son guapos, uno es más encantador que el otro, uno me necesita más que el otro, uno es adorable, otro me entiende, uno me cuida, otro me abraza mejor, los dos me hacen sonreír, los dos cantan, los dos son oportunos.
Por el momento, necesito a los dos siempre, pero sólo necesitaré a uno para siempre, a ese que se me recarga dos segundos en el hombro cuando se carcajea. Y nada de esto le importa a ninguno de los dos.


Voy por la vida hilvanando traspiés, como una estúpida…

Tengo la sensación de que estoy estropeando algo en todo.