lunes, 24 de noviembre de 2008

Nostos y algos

Todo el tiempo estoy recordando. Mi alma tiene un espacio vacío entre el estómago y la garganta, pero no es tristeza. Debe ser nostalgia, que no es lo mismo. Es la sensación de que algo me hace falta. A veces quiero tener un hogar, nunca he estado en un lugar que sea realmente mío, siempre he vivido de rentado, llevo 10 años viviendo sola y nunca he tenido una cama que me pertenezca. A veces quiero escribir un libro académico exitoso, pero para eso necesito el doctorado y para obtener el doctorado todavía tengo que trabajar mucho. A veces quiero comer algo que me haya preparado mi tía o ver la tele abrazada de mi tío o tener a mis amigos cerca, cuando me dé la gana, para ir a tomarnos un café que nos quite el invierno de las almas, pero entre ellos y yo esta un cachito de Canadá, Estados Unidos, media República Mexicana y 850 dólares que ya no tengo. Ya falta poco para el 6 de diciembre. A veces quiero un concierto de los Beatles, en vivo, pero para eso me sobra imposibilidad. A veces sólo quiero un hombre que cambie mi vida, a veces sólo quiero que mi vida cambie a algún hombre. Mi último intento de conquista hoy duerme en lo que fue la capital de la antigua Alemania occidental, intacto. A veces es más simple, sólo necesito un diccionario que me ayude a interpretar lo que tengo para dejar de remover todos fantasmas que a veces saco a pasear. Y si, estaba en lo cierto: nostalgia, del griego nostos (regreso a casa) y algos (dolor). Diagnostico: dolor por el regreso a casa. Tratamiento: Esperar pacientemente 12 días. Nota mental: Buscar hasta por debajo de la nieve, por allí está mi sentido del humor.

jueves, 20 de noviembre de 2008

Las noches de una semana difícil

La huelga no se acaba, no tiene para cuando, no ha habido negociaciones. Estar en las protestas a cambio de dinero me avergüenza, pero al mismo tiempo sé que no tengo otra opción. No nos pagaran la beca hasta que todo esto acabe. El trabajo no es nada fácil. Menos con el frío, hoy ha estado nevando todo el día y parece que el invierno durará hasta febrero o marzo. Cada vez es más difícil caminar. Y bueno, escribí protestas pero no lo son, bueno, no son del tipo de protesta al que yo estaba acostumbrada. Todo es muy civilizado. Se trata solamente de detener el paso de los carros que quieren entrar a la universidad durante dos minutos mientras caminamos en círculos. Por fin Ben B. me explico la razón de dar vueltas (yo pensé que no tenía sentido…y lo sigo pensando) todo tiene un fundamento legal, en Toronto sólo se puede detener el paso de los automóviles si estas protegiendo a alguien y bueno, los huelguistas que detienen a los carros están protegiendo a los huelguistas que caminan, o sea, para que se pueda parar a los carros tenemos que caminar y ser protegidos…ja! Continúo sin entender.
Estoy viendo caer la nieve mientras pienso en todo esto. También estoy escuchando canciones tristes, creo que es el soundtrack adecuado para el clima, la situación y los recuerdos. Los recuerdos que no tendré. No habrá Paris Bale en mis brazos, no le tocaré ni el cuello ni los hombros, a pesar de que estoy profundamente enamorada de ellos y a pesar del cosquilleo que se apodera de mis dedos cada vez que lo veo. Es la historia de amor más corta que he tenido y también es el hombre que más me ha gustado, pero no es para mí, suerte para la próxima. Llegué a esta triste conclusión el viernes pasado, bueno, llegamos. Mis potenciales amigos Nat McSweet, Funke Lowvoice, Tom Greathair y yo tuvimos una fiesta de baile y martinis. Estuvo increíble, el departamento de Tom es irreal. Pero ese no es el punto. Hablamos de Paris. Ahora sería muy largo de contar, pero todos tuvimos las piezas del rompecabezas para saber si salía con alguien (la respuesta es sí) quien es ella (CML) y porque nadie sabía nada. La respuesta a esto último es la inquietante, la que termina de romper el corazón, mi corazón. Nadie sabe de la relación de Paris y CML porque ella es tambien del doctorado en historia, tiene un novio, vive con él y él le ayuda a CML a cuidar a un hijo de 10 años, que no es de él. Suena a un buen tipo. Un buen tipo que no sabe que su novia tiene por amante a Paris, es decir, el novio que yo quiero para mí. Paris sufre por ser el “otro”, pero ama a CML profundamente (estas últimas tres palabras son una cita textual, él me lo dijo en el bar y yo lo oí fuerte y claro…shhh… silencio, oyeron? Oyeron eso? No? Ah bien no importa, era otra de mis ilusiones rompiéndose)
Ahora lo veo claro, en realidad nunca existieron posibilidades reales, nunca. Todo se me agolpa en la mente, los conocí en la misma fiesta, de hecho ella lo llamo para que platicara conmigo y me contara sus experiencias con el inglés como segunda lengua, en el Second Cup Paris dijo "CML y yo a veces hablamos de ti y nos preguntábamos como te va, por eso le pedí tu correo a Francis, te veías muy sola". Cielos, que vergüenza, debo dejarlo por la paz…si bien dicen los Beatles: How can I even try, I can never win…que vergüenza…
Bueno, mañana será otro día, veré a las chicas y bailaremos mientras protestamos. O quizá no, acaba de llegar un correo que dice que las líneas de protesta no son un día de campo, que debemos tomarnos las cosas con sensatez, sin risas ni juegos ni bailes, porque la lucha es seria. Me siento más ridícula que la huelga pero no tan ridícula como el que envió ese mail, como puede querer alguien que estemos cuatro horas, todos solemnes de un lado a otro de la calle? Que tipo más tonto. Hay quien está allí hasta 10 horas, perdón si nos da por reírnos.
Lo cierto es que además de los potenciales amigos hay otras pequeñas cosas que me hicieron feliz esta semana, ayer descubrí, por ejemplo, que la nieve brilla. Quiero un vestido largo con lentejuelas de nieve, uno que me deje los hombros al descubierto. Si lo tuviera me pintaría los labios de rojo fuertísimo y le daría un beso Paris en el cuello. Pero no hay vestidos con destellos de nieve ni su cuello es para mis besos. Voy a escuchar más canciones tristes. Mañana lo veo. El viernes voy a ir a comer sushi con Anna Catalana y Ben B. El sábado cambio el soundtrack. Me prometo a mi misma que escuchare Guantanamera en cuanto me levante.

domingo, 9 de noviembre de 2008

De huelgas, oasis y errores

Eso me pasa por ponerme a pregonar la perfección, así nada más, como si fuera cualquier cosa. Si bien dice el refrán: del plato a la boca, se cae la sopa. Las cosas no son un desastre, afortunadamente, pero debo aprender por lo menos dos estrategias que pueden servirme a no complicarme si no es necesario: hablar menos alto y controlar mis impulsos.

El miércoles pasado comenzó la huelga en la universidad. Estoy muy preocupada por el dinero y las materias, como todo el mundo. Al principio estaba enojada, pero ahora creo que con las tácticas adecuadas esto puede servirme mucho si me organizo. Puedo adelantar mis trabajos finales y algunas lecturas, puedo ganarle tiempo al tiempo. Incluso puedo bajar de peso. Como parte de la huelga (y para ganar algún dinero) debo cargar algún letrero con nuestras demandas o alguna bandera del sindicato. La verdad yo prefiero el pandero o una botella llena de piedras que me sirvió de maraca el jueves. Me gusta el ruido y lo necesito. Debo caminar en círculos, con mi carga ideológica, durante cuatro horas, cambiando de dirección de vez en vez. Así se protesta en Canadá, igualito que en los Simpson, sin banderas rojinegras, ni encuerados, ni marchas, ni cierre de avenidas. Me parece raro. Esperemos que esto se acabe antes de que llegue la nieve y nos congele las piernas, los brazos, las peticiones, la sonrisa y la paciencia.

Estoy contenta porque he podido platicar mucho en español. Anna Catalana es novia de mi compañero de clase, el altísimo, Ben B. y ambos han sido muy pacientes conmigo. El jueves fuimos al cine y el viernes, en un abuso total de mi parte, cené en su casa, tomamos vino y platicamos. Llegué a mi departamento, pasada la una de la madrugada, con los pies hechos polvo pero con la sonrisa completita. Me gusta que Ben B. nos llame brujas cuando hablamos de nuestras tradiciones. Espero que Ben logre que las protestas sean más divertidas. Espero que la próxima semana no se me olvide devolverles el paraguas rosa. Espero seguir refugiándome, de vez en cuando, en la voz de Anna Catalana, su plática es como un salvavidas o una isla, en este mar de diferencias culturales.

Llegué tan contenta en la madrugada del viernes que le mande un encantador correo a Paris Bale invitándolo a salir. Ese día decidí que lo que más me gusta de su cuerpo son los hombros y el cuello. Hoy decidí que debo dejar de pensar en ellos, me duermen la concentración y me despiertan los deseos perversos. Además, debo dejar de recordarlos porque cometí un error de estrategia. Si esto fuera el ejército estaría arrestada. Su respuesta llegó el sábado: Hola, no tengo tiempo este fin de semana. Espero que esto acabe pronto.
Me quede con los ojos fijos en la pantalla. Yo le había mandado un coqueto guiño electrónico en mi invitación diciéndole “hola guapo” en el más sincero español y en un humilde homenaje a su belleza. Yo recibí sólo una línea así seca, sin despedida, ni nada. Mi error fue no entender los códigos culturales del primer mundo o que seguro estaba contestando como 200 correos además del mío referentes al “esto” que él quiere que acabe pronto, es decir, la huelga. Así que yo (porque no?) propiné mi peor golpe: “Hola, entiendo. Espero lo mismo. Bye”. Así nomas, correo de mujer despechada, qué estupidez! Recibí pronto otro que decía, “que tengas buena tarde (con signo de admiración y todo) De verdad lo siento, estos son días tan complicados”. Total que contesté cualquier cosa, así como de “no hay nada que lamentar, entiendo, que descanses”. Fin de la comunicación electrónica. Ya no pude arreglar nada. La coreanísima y queridísima Jin Pianoplayer me dijo al respecto tres verdades grandes: 1) the bye thing, de acuerdo con el contexto de los correos fue totalmente incomoda y fuera de lugar. 2) Seguro tu estas usando más tiempo que él pensando en todo esto. 3) Suspende los correos por el momento y limítate a saludarlo como si nada cuando lo vuelvas a ver. La adorada Erandi Portales me dijo algo muy parecido. No sólo eso, me recordó que yo era exactamente igual cuando estaba ahogada de trabajo.
Yo creo que no debo simplemente detener los correos. Debo tratar de frenar el enamoramiento. No tengo ni la menor idea lo que uno hace con esos hombros, ese cuello y esa voz. Mirar de lejos, supongo. Eso haré. Disculpen la cobardía. De repente recordé que me he roto el corazón muchas veces. La mayoría por torpe y eso me da mucho coraje. Lo que es seguro es que mañana y el resto de los días que lo vea le sonreiré, aun sabiendo, como dice Roberto Bolaño, que mi sonrisa será lamentable.

martes, 4 de noviembre de 2008

La esquina de Bloor y Lippincott

Cada vez anochece más temprano, mi ventana se obscurece a partir de las 6:00 p.m. Sin embargo, siento que hay luz por todas partes. Debe ser que me estoy enamorando. Sé que debería estar más pendiente de mi corazón, porque lo he estrellado muchas veces …pero, por el momento, lo único que quiero es disfrutar de esta sonrisa que se me instala cada que lo recuerdo, del enrojecimiento repentino de mi cara, de las cosquillas en el estómago. Es como ser adolescente de nuevo, solo que ahora soy más inteligente…bueno, digamos solamente que es como ser adolescente de nuevo.
Tiene 29 años, está en el tercer año del doctorado, nació en Francia y, de acuerdo con algunas opiniones confiables, se parece a Christian Bale. Así que he decidido llamarlo Paris Bale. No es original, pero creo que funcionará. Y bueno, últimamente la originalidad no es lo mío, según he descubierto, todas se enamoran de Paris en cuanto lo conocen, por guapo, considerado y encantador (esa es una mezcla mortal ¿no? Como un coctel de ron, vodka y nitroglicerina). Anoche, mientras mis compañeros de la clase de género y sexualidad y yo nos preguntábamos si Paris Bale estaba saliendo con alguien, Natalie lo describió en pocas y contundentes palabras: He’s the whole package, you know? Además, Tom nos confesó que no lo puede mirar de frente y hablar, lo pone demasiado nervioso. Así que estoy enganchándome a un hombre con el poder de embrujar mujeres, hombres y copos de nieve. Ya imaginaran mi sorpresa, cuando Mr. Bale me escribió diciendo que consiguió mi correo porque quería saber cómo me estaba yendo con mi adaptación a esta nueva vida.
El sábado pasado tomamos un té en el Second Cup de la esquina de Bloor y Lippincott. Cuando lo vi con ese saco color chocolate y un suéter en tonos café, pensé que lo mejor era buscar a un paramédico, porque estaba caminando, directo, hacia un ataque al corazón. No morí, es cierto, pero el corazón si fue atacado, de frente, por una enorme sonrisa, que dejaba escapar una voz gruesa y ésta, a su vez, iba armada con sentido del humor. No me defendí, me dediqué a flotar toda la tarde. Cuando nos despedimos me pidió un abrazo y tengo la impresión de que le di mi cordura, porque no la encuentro por ningún lado.
Es muy probable que nos volvamos a ver el viernes. Lo espero con ansia. El domingo pasado, gracias a una encantadora brasileña, compre ropa de invierno increíble (¡tengo unos guantes dorados!) y anoche llegue a casa borracha de vino tinto, de risa y de nuevos amigos con los que iré a bailar dentro de quince días. En este momento, todo es perfecto.

sábado, 1 de noviembre de 2008

Dejar de ser, para poder ser

I’m not sorry it’s over...

Primero de noviembre, primera nevada, primera cita para recorrer la ciudad acompañada (muy bien acompañada). Primer día para dejar esa pesada carga atrás, no para esconderla, no para olvidarla, no para negar que existió. Simplemente creo que se acabó. No quiero volver a ser una víctima, ni perfecta, ni imperfecta, ni casi perfecta. Es otra ciudad, otras calles, otros colores, otras hojas, otros ojos. Seré un copo de nieve, pero con estilo: Madame Copo de Nieve. A veces estaré cayendo, es cierto, pero habré venido del cielo y siempre volveré.
Eso si, quiero (y necesito) seguir DISPERSAndome, haciendo las cosas MIL VECES porque así DEBO hacerlo, cubrirme con alas de MARIPOSAs TECKNICOLOR, DESFRAGMENTANDO MI alma y mi CONCIENCIA y caminar, siempre que sea posible, por EL QUINTO ANILLO DE SATURNO.